Origen del término «ecumenismo»
El término «ecumenismo» proviene del latín, «oecumenicus» y del griego, «oikoumenikos» y éste a su vez de «oikoumenē», y significa «lugar o tierra poblada como un todo».
El término ya era usado en el Imperio Romano para referirse a la totalidad de las tierras conquistadas. Sin embargo, en la literatura de la época romana el término tenía un significado político-imperial que superaba el sentido geográfico: implicaba «el mundo como unidad administrativa, el Imperio Romano».
El término ya era usado en el Imperio Romano para referirse a la totalidad de las tierras conquistadas. Sin embargo, en la literatura de la época romana el término tenía un significado político-imperial que superaba el sentido geográfico: implicaba «el mundo como unidad administrativa, el Imperio Romano».
Uso del término en los comienzos de la historia de la Iglesia
El significado de «oikoumenē» comenzó a tornarse decididamente positivo cuando Constantino I “el Grande” convocó el primer Concilio ecuménico de cristianos en Nicea, en 325 con la participación de obispos de todo el «oikoumenē». Así se creó un vínculo entre el concepto de universalidad de la Iglesia (es decir, sin exclusiones) y el término "ecuménico" («oikoumenē»).